¡Hola a tod@s! Hemos estado mucho tiempo sin pasar por el blog y lo añorábamos. Eso no quiere decir que no os visitáramos, al contrario. Hoy tenemos buenas noticias, ¡acabamos de inaugurar nuestra tienda online! ¡www.bernapatch.com!  Y estamos tan contentas que hemos venido para compartirlo con vosotr@s. Durante toda esta semana, solo online, hacemos un 25% de descuento en todas nuestras telas, a parte de nuestros descuentos de rebajas. Y, además, si entras y te registras (es muy fácil y rápido), entrarás en el sorteo de estas telitas, que se hará el próximo lunes día 28. ¿No es para estar contento?

Esperamos vuestra visita. ¡Gracias por estar ahí! 

Funda para Tablet

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Dentro del orden cada cosa en su lugar

Little Butterfly

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Duendecillo del Armario

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¿A quién no se le ha perdido nunca algo en el armario? Alguna cosita que creíamos haber guardado y zás, desapareció. Algún calcetín, una corbata, un guante... No están perdidos, se los lleva un pequeño ladrón, el duendecillo del armario. Este pequeño ser, de la altura de una nuez y de vestimentas típicas de duende, gorrito de pico rojo incluido, tiene como diversión coger de algún armario o de algún cajón las vestimentas de los humanos. Y tiene predilección por las prendas pares, como calcetines, calentadores, guantes... Pero no lo hace con maldad, en realidad es muy inocente, pero es que se monda de risa cuando resignados nos ve ponernos calcetines de color diferente. 
Pero ahora a este pequeño granuja se le le acabó la diversión; con esta duendecilla de tela, de bucles dorados, tez clara y mirada coqueta, quedará prendado y tan enamorado que de fastidiarte se olvidará. Y cuando rompiendo el silencio oigas sonar la campanita que de su lazo cuelga... ¿quién será?

I ♥ Paris

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En París se halla mi corazón...

se marchó una noche con la maleta vacía

y saliendo por la puerta me decía

que debía vivir en la ciudad del amor

y qué mejor lugar para el que con rebeldía

por tan noble sentimiento siempre luchó*

Los Ratones

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Querían los ratones una tregua con el gato
y buscaron para ello delicias de su agrado,
de la cocina se llevaron un poco de queso curado,
cogieron también nueces, frutos y algún que otro mantecado.
Cuando el gato los vio aparecer cargaditos de regalos,
pensó ¿cómo se iba a comer a aquellos pequeños diablos?
aceptó la comida y para mostrarles que había aceptado
les ofreció nada menos que dos salmones ahumados.
Los ratones se miraron con los ojos como platos
estaban sorprendidos y  a la vez entusiasmados,
pero no sabían cómo decirle que no comían pescado,
pues los ratones y los gatos no tienen idioma pactado.
El gato los miró, los ratones lo miraron,
y sin palabras de por medio toda la comida juntaron
y aquella navidad los ratones y aquel gato

comieron todos juntos, compartiendo como hermanos.

Christmas

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